jueves, 5 de abril de 2007

Cine


París fue, junto con Berlín, la gran aglutinadora de las vanguardias europeas de los años veinte, aunque otros focos estéticos de ruptura se detectan sin dificultad en otras ciudades.En el París de Apollinaire y del cubismo, el terreno cinematográfico había sido preparado ´por "la escuela impresionista", para diferenciarla del contemporáneo expresionismo alemán.El cine europeo se encontraba en un contexto de postración ante la avasalladora expansión norteamericana, que había pasado a dominar su mercado interior y exterior.La renovación de la escuela impresionista fue una renovación formal y estilística, lo mismo sucedió con las primeras manifextaciones cinmatográficas del futurismo, vinculada a la ética futurista, la exaltación de las grandes ciudades.Manhattan Transfer en 1925, encontró su plasmación en el cine con una serie de poemas urbanos que mostraron los grandes volúmenes de hormigón y acero, más el tréfico rodado, signo del dinamismo de la nueva civilización industrial.El ciclo fue iniciado en EE UU con "Manhatta"(1921) , una película de Paul Starnd y Charles Sheeler que salpicaba su visión de la fotogenia de New York con versos de Walt Whitman
El cine comenzó a reflejar el carácter protagónico que habían adquirido las megalópolis occidentales en la vida industrial, comercial y cultural.




Imágenes del film "Manhatta" 1921